Las modificaciones morfológicas
que han adquirido los parásitos son increíbles, esto incluye reducción o
pérdida e estructuras (e.g., apéndices locomotores, tracto digestivo) y a su
vez, ganancia de otras como los órganos
de fijación y la potencialización de su capacidad reproductiva. Aquí destacan
los acantocéfalos, de los cuales ya hemos comentados en este mismo blog, debido
a su gran abundancia en peces antárticos.
En nuestra tarea sobre
determinación taxonómica de especies parásitas, recientemente acudimos a la
Universidad Católica del Norte, para obtener imágenes de ellos a través del microscopio
electrónico de barrido. Donde se hizo el
procedimiento de punto crítico, montaje (Fig. 1), baño en oro y observación
bajo microscopio (Fig. 2). Luego de varias horas de observación, se obtuvieron
más de 100 fotografías que nos permitirá comparar la morfología microscópica
entre los morfotipos que hemos identificado y posteriormente confirmar su
identificación.
Hasta el momento hemos
logrado la identificación de algunas especies, mediante morfología, por ejemplo
en Corynosoma (Fig. 3: C.
arctocephali; Fig. 4: C.
pseudohammani; línea de cota: 100 um).